Los últimos estudios lo confirman, España ha recuperado el
puesto que le arrebató China y vuelve a ser el tercer país del mundo más
visitado, por detrás de Francia que ocupa el primer puesto y de Estados Unidos
que ocupa el segundo.
Con una cifra que ronda los 60 millones de turistas al año,
el sector turístico español se convierte en la principal fuente de ingresos del
país y por lo tanto en “salvavidas” de su economía. Aunque la estacionalidad
sigue afectando al sector, lo cierto es que esto se produce cada vez menos
debido a la gran oferta turística de las grandes ciudades y del turismo rural
español y por lo tanto, el papel de esta industria en la creación de empleo es
cada vez más notable.
Pero dejando atrás lo datos y efectos que esto pueda tener
en nuestra economía, hoy lo que queremos analizar son las razones que hacen que
España sea una de las primeras opciones a la hora de elegir un destino de
vacaciones.
Como todos sabemos el clima es uno de nuestros principales
puntos fuertes, recordemos que la mayoría de los turistas que nos visitan provienen
de países situados al norte y vienen buscando un clima cálido. En nuestro país
pueden encontrarlo, sin necesidad de tener que recorrer enormes distancias,
este es otro punto crucial para nosotros pues resulta más económico y sencillo
realizar un viaje de dos horas hasta España que un viaje de 8 al Caribe.
La variedad de paisajes naturales y playas que conforman el
litoral español supone otra razón de peso para quienes nos visitan. Desde
playas paradisíacas en Mallorca, a bosques y montañas en el norte del país,
grandes ciudades cosmopolitas o pequeños pueblos de casas blancas. Esta gran
variedad y el trabajo realizado para darla a conocer ha supuesto un empuje muy
significativo para nuestro sector turístico.
Otro aspecto crucial es la riqueza de nuestra cultura. El
carácter, el arte y el sabor español son conocidos en todo el mundo y atraen a
millones de visitantes cada año. Los toros, el flamenco, la gastronomía son
sólo algunos de los atractivos culturales que tenemos, España es un país con un
patrimonio histórico y cultural difícil de igualar. Castillos, catedrales, arte
mudéjar, museos con algunas de las colecciones de arte más importantes del
mundo y la lista sigue.
No existe otro país en el mundo que aglutine un legado
histórico como el nuestro y que se encuentre representado con obras
arquitectónicas y artísticas como las que conservamos. Claro ejemplo de esto es
la Alhambra de Granada, la catedral de Sevilla, la Mezquita de Córdoba, el
Palacio Real de Oriente y muchas otras construcciones.
A toda esta gran oferta hay que añadir la enorme experiencia
del sector, que ofrece una oferta tremendamente especializada y adaptada a las
necesidades de sus visitantes, la situación económica actual, que ha llevado a
ofrecer unos precios más competitivos y que a día de hoy nos diferencia de las
demás ofertas turísticas y las situaciones conflictivas que viven otros países
que anteriormente suponían una fuerte competencia para nosotros.
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