Para esta receta informal necesitaremos:
- 180 gr de chocolate negro para fundir, con el 70% de cacao
- 75 gr de café concentrado
- 500 ml de leche
- 200 ml de nata para montar
- 6 yemas de huevo
- 125 gr de azúcar
- 1 bastoncito de vainilla
- 20 gr de nueces
En los fogones:
Primero en un cuenco grande, montamos la nata y, cuando tenga una textura consistente, la dejamos enfriar en el frigorífico. Después, abrimos el palo de vainilla por la mitad, a lo largo y raspamos las semillas. Las ponemos en un cazo con la leche y la mitad del azúcar, y cocemos a fuego muy suave. En el momento en que comience a hervir, apartamos del fuego, tapamos y dejamos enfriar.
Por otro lado, fundimos el chocolate al baño María y en otro cuenco, batimos las seis yemas con el resto del azúcar. Cuando queden espumosas les incorporamos el café, mezclamos y le vamos añadiendo poco a poco el chocolate templado.
A continuación, vamos agregando también la leche colada, sin dejar de mover para que todo quede bien mezclado. Ponemos el bol con todos los ingredientes de nuevo al baño María, y sin dejar de mover calentamos hasta que la mezcla tenga una consistencia cremosa y espesa.
Dejamos enfriar y agregamos la nata montada, a cucharadas y moviendo despacio para que no pierda volumen. Volcamos el helado en un molde y cuando se enfríe completamente, lo pasamos al congelador durante un par de horas.
Pasado este tiempo, sacamos y movemos bien con un tenedor, desde los bordes al centro, de modo que no se formen cristales. Volvemos a congelar y repetimos esta operación un par de veces más.
Antes de servir, sacamos del congelador unos minutos para que no esté muy duro y decoramos con las nueces.
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